LA FUERZA DE DAR

Como ya hemos abarcado en otros blogs, constantemente cuestionamos qué camino tomar para llegar a la felicidad, en ocasiones pensando en encontrarla a través de lo material y al final resultan siendo solo ilusiones efímeras. Nos olvidamos de lo importante de nuestro existir y cómo nuestras acciones positivas contribuyen a crear un ambiente y un mundo mejor.

En el día a día podemos omitir la satisfacción que produce el dar antes que recibir, ofrecer una mano o ayudar a un ser querido conlleva una inmensa tranquilidad; ese sentir de dicha solo puede obtenerse si se ayuda de forma desprendida y sin importar la reacción del otro o predisponerse a recibir algo a cambio como compensación.

 Hoy te extendemos una invitación a ayudar sin esperar nada a cambio, todos los días podemos efectuar pequeñas acciones de cambio: ayudemos con todo aquello que es importante, brindemos una sonrisa al desconsolado, ofrezcamos tiempo a quien necesita ser escuchado, dediquemos palabras de aliento en situaciones de desesperanza, un tiempo de distracción con quien se encuentra atormentado, demos importancia a los demás y estemos pendientes de ellos, seamos empáticos y tratemos desde nuestra posición comprender el momento por el cual atraviesan.

 La fuerza de dar tiene su propia energía y su propio impulso, al dar generamos bienestar y un espacio de alivio, felicidad y armonía que se verá reflejado en todo y se podrá contagiar en ambientes y personas. Recuerda que, todo lo que sale de ti, tarde o temprano regresa a ti; así que no te preocupes por lo que vas a recibir, preocúpate por lo que vas a dar, ¡atrévete a dar sin esperar recibir!