EVITA EL BURNOUT

El burnout, síndrome de burnout o agotamiento crónico está a la orden del día. Cada día se diagnostican más personas con el mismo, terminando con carreras profesionales, matrimonios y hasta con la vida de las personas. El “burnout” se relaciona mucho con el agotamiento profesional y el stress crónico que se genera con las exigencias del mundo corporativo.

 Existe burnout activo, en donde la prioridad es cumplir con las metas y objetivos a toda hora y a toda costa, sin importar las consecuencias que en su entorno provoque. El burnout pasivo, por su parte,  genera aislamiento y apatía en las reuniones y emprendimientos de nuevos proyectos.

 

La mayoría de las personas llegan a un diagnóstico cuando ya sufren de esta condición. Lo anterior hace inevitable asumir las consecuencias que son: dejar el trabajo, separaciones matrimoniales, apatía, insomnio, depresión, entre otros. 

 Muchas investigaciones sobre ese agotamiento crónico se están llevando a cabo y algunos han concluido que muchas veces viene de pasar períodos muy prolongados de stress y el cuerpo cae abatido en un agotamiento. Se relaciona mucho con el trabajo, pero sería injusto responsabilizar únicamente al trabajo.  Se empieza ha evaluar una fuente poderosa del burnout y es la falta de control sobre muchas cosas y la inseguridad que eso conlleva. Se han inculcado valores para el éxito, tales como ser trabajadores, responsables y que “todo lo que soñamos lo podemos lograr”. Sin querer ser pesimista, no hay nada más alejado de la realidad, deberían enseñar la búsqueda constante la felicidad.

 Lo anterior hace sentido, más cuando vemos que el 95% de las cosas que nos rodean y nos afectan no están bajo nuestro control: el tráfico, las decisiones estratégicas de la compañía donde trabajamos, el comportamiento de la gente que nos rodea o incide en nuestros propósitos. Cada día las empresas están más preocupadas por evitar que sus colaboradores lleguen a un burnout o como combatir el mismo, están tratando de prevenirlo a toda costa.  No solo es contraproducente la rotación de colaboradores, sino que afecta tanto al colaborador que se va como al que se queda en la organización. La mejor forma de combatirlo es la prevención.

En Dula contamos con talleres, experiencias y rituales empresariales que ayudan a generar espacios de colaboración, escuchas efectivas y autoconocimiento que permiten mejora en las relaciones y ambientes menos hostiles, buscando armonía y bienestar en las personas en forma diaria.