ESTRÉS - “EL MAL SILENCIOSO DE LA MODERNIDAD”
Hoy en día, la epidemia del estrés ha avanzado gran parte entre nosotros y de forma silenciosa; ahora es común escuchar que al llegar la noche no se pueda dormir por la cantidad de pensamientos presentes. Incluso, se experimenta frustración por todo lo que no se alcanzó a realizar durante el día o la semana, el tiempo es una barrera y no es suficiente. Nuestro cuerpo comienza a desconectar de la mente y no solo nos vemos afectados a nivel emocional, sino que también incide en la salud.
El estrés no es algo nuevo, sin embargo, se puede afirmar que actualmente la sociedad lo sufre mucho más que antes. En esta era moderna se nos exige lo mejor, que seamos excepcionales en todo lo que efectuemos y que llevemos a cabo las labores con la menor cantidad de errores. Este tipo de imposiciones son las que generan tensión y agotamiento, lamentablemente el número de personas que no lo experimenta, es reducido.
Al volvernos responsables de nuestras emociones podemos encontrar formas de aliviar este padecimiento, aprender a conocer nuestras capacidades y nuestros límites será de gran ayuda para enfrentarlo.
A continuación, te compartimos algunos consejos que pueden ser de utilidad para esos momentos de estrés:
- Acepta ayuda. Recibir ayuda nos permite sobrellevar una situación o abrir la mente a nuevos caminos de resolución. En muchas ocasiones, el trabajo en equipo es mejor.
- Simplifícate. Todo proceso puede hacerse más fácil, evalúa lo que te demora u observa las preocupaciones más grandes y, cuestiona los procesos con el objetivo de simplificarlos para facilitar la gestión de metas.
- Enfócate. Trata de enfocar tu atención en lo que debe ser terminado y deja las actividades de ocio para después.
- Tiempo para ti. Tómate un tiempo para desconectar del entorno y de todos los que te rodean, adéntrate en la profundidad de tu ser y regresa a tu origen, el estado de quietud y calma.
- Renuncia. Hacer renuncias es aceptar que no todo lo puedes lograr. Prioriza y aprende a decir “no” a tiempo.
- Planifica. Estructura despacio y cuidadosamente tus actividades para no recorrer dos veces el camino. Busca siempre tener un segundo plan en caso de imprevistos.
Considera y reflexiona cuál de estos consejos puedes empezar a aplicar y paso a paso incorpora los otros dentro de tus rutinas diarias para combatir este mal que nos está consumiendo. Finalmente, no te olvides de realizar actividad física, ejercicios de meditación y llevar una alimentación saludable, sin duda alguna, esto también mejorará tu estado anímico.